El Ministerio sirio de Asuntos Exteriores censuró el miércoles la actitud hostil y errónea de Canadá y los Países Bajos respecto a Siria en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Los dos países occidentales presentaron en junio una denuncia conjunta contra Damasco ante el principal órgano judicial de las Naciones Unidas, en la que acusaron al país árabe de cometer supuestamente violaciones de los derechos humanos, entre ellos “la represión y la tortura de los disidentes” desde el inicio del conflicto en 2011.
La CIJ, a su vez, aplazó por tres meses, dos audiencias sobre la supuesta “tortura en Siria”, previstas para los días 19 y 20 de este mes, decisión que fue duramente criticada por Ottawa y Ámsterdam.
En reacción a las reprochas de los dos países a la CIJ, la Cancillería siria dijo, en un comunicado, que Canadá y Países Bajos creen que cualquier medida que no esté en línea con sus deseos y políticas es motivo de crítica.
La denuncia conjunta presentada contra Siria está llena de información errónea y mentiras, puntualizó Damasco y detalló que la campaña hostil que impulsan estos dos países contra el país árabe carece del más mínimo grado de credibilidad.
Dijo que los dos Estados occidentales han estado implicados en la agresión contra Siria y en el apoyo a las organizaciones terroristas que han cometido los asesinatos más atroces contra los civiles y los soldados sirios.
La Cancillería siria hizo hincapié en que Canadá y Países Bajos, con un vasto historial negro en crímenes contra los indígenas de sus excolonias, “carecen de moral y legitimidad para dar consejos en derechos humanos y deben avergonzarse por su oscura historia colonial”.
Canadá y Países Bajos, que forman parte de la llamada coalición internacional anti-Daesh, liderada por Estados Unidos, han participado en ataques aéreos en Siria desde 2014. Damasco que nunca autorizó tal misión en su territorio, acusa a la coalición de ayudar a los remanentes de Daesh para revivir el grupo terrorista.
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